domingo, 6 de abril de 2008

Mi adorable resaca




Me despierto rara y su cara se me aparece.
PIENSO UNO, PIENSO DOS.
Mi cuarto, wow! da vueltas. Mientras la luz asesina entra por la ventana.
Pero logro mi objetivo: llegar a la cocina (“¿Para que vine hasta acá?”).
Y típico, no encuentro mi cabeza.
”…estaba por pensar en vos” me dije cuando volví a verlo en mi mente.
En un mano a mano con mi heladera de sábado al mediodía, encuentro un queso Philadelphia con su envase haciendo eco. “Pero que grandísima lástima, está vacío…” comento en voz alta.
Dejando la heladera a mis espaldas
vuelvo a figurar su imagen, ahora el me sonríe.
PIENSO TRES. "¡Ouch! Creo que este chico me encanta".

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